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sábado, 11 de febrero de 2012

"Primera copa"

Si no me equivoco, era Sócrates (y más tarde su discípulo Platón) el que decía que el diálogo, la discusión, era el mejor método para llegar a la verdad de las cosas. Escribiendo este pequeño relato ( más reflexión que nunca) me ha quedado bastante claro... es como si siguiendo el hilo de la discusión fuese más fácil pensar, hacerse ideas sobre un determinado tema y aprender cosas nuevas de nuestro interlocutor.
Simplemente una semana me desperté cada día con las ganas de hacer una historia con esta temática (basado seguramente en una escena del manga y anime Soul Eater*). 
Pero, para mi grata sorpresa, el resultado final no tenía nada que ver con lo que yo había estado pensando, ni mucho menos. Podía saber como empezaban las frases pero nunca seguían la linea que yo había pensado, más de una vez dije "pero si dejo esto así, no podré poner aquello que se me había ocurrido" cuando la frase me salía por un sitio inimaginable... Vamos que, después de todo, hasta el final fue una gran sorpresa para mí, la verdad es que me recorrió una gran emoción cuando vi como podía converger todo, ya que al principio lo único que veía eran frases se dirigían al infinito. ¡Pero bueno! al final salió algo bastante potable, y espero que lo disfruten...
Por cierto, el título es provisional... la verdad es que no se me ocurre uno bueno de momento que haga alusión a que pueda existir una segunda parte, ya que me gustaría poder hacerla.

Primera copa

Imagen tomada de aquí





-No has tardado en aparecer.

-Ya sabes que nunca te pierdo de vista.
-Sí, sí, ya lo sé. No eres muy bueno escondiéndote.
-Ese no es mi trabajo.
-¿Y cuál es entonces?
-Existir y estar siempre contigo… supongo.
-Yo también… solo existo.
-Tú por lo menos puedes elegir, yo estoy permanentemente bajo el yugo de tu albedrío, yo no puedo elegir, mi destino está decidido por ti.
-¿Y de qué te quejas? No tienes problemas, no tienes que tomar decisiones, lo tienes todo hecho… solo tienes que seguir existiendo.
-Puestos a elegir, preferiría cometer mis propios errores y hacer lo que a mí me plazca. No es por ofender, pero no hay quien te aguante.
-Si eso lo dices tú, debe ser verdad. Pero bueno, da igual, no puedes hacer nada.

-A eso me refiero.
-Calla y bebe, se te va a calentar.
-¿Y qué más da? Yo no le importo a nadie, ni significo nada, da igual que exista o no, no habría cambio alguno.
-Eres un incordio, ¿sabes? Siempre quejándote. La “libertad" no es tan buena como tú crees, solo lo dices porque no la tienes, solo ves el lado positivo. Solo eres un crío caprichoso.
-Solo diré que yo soy lo que tú quieres que sea. No tengo elección. Entonces, ¿por qué no me dices qué hay de malo?
-Si tanto me observas, si tanto de mí hay en ti, deberías saberlo.
-A lo mejor lo sé. Tendremos distintos puntos de vista. Si yo solo veo sus aspectos positivos porque no la tengo, tú eres todo lo contrario: estás tan acostumbrado a ella que no sabes apreciarla, no sabes lo que es no tenerla…
-¡Es que no la tengo! ¡Ahí está el asunto!
-¿Qué? ¿Cómo? ¿Pero qué estás diciendo?
-¿A qué viene tanta sorpresa? Parece que no me conoces, aunque a lo mejor, son cosas que solo se ven una vez has caído en la trampa de la “libertad”.
-¡Cuéntame, quiero saber!
-No recordaba cuánto daño puede causar la curiosidad… su indiscriminado interés por todo, es peligroso…
-¡No divagues! ¡Cuéntame!
-La trampa de la libertad es que no existe como tal. No me quejo de la responsabilidad de los actos, me gusta recibir lo bueno de lo que hago. Lo malo no es más que un pago mísero. Además, todos dicen que te ayudan a aprender y mejorar… pero, ¿son solo nuestras acciones las que cargamos a la espalda? ¿Y son realmente nuestras?
-¡Claro que sí! ¿De quién si no?
-De nuestro entorno, podría decirse: la influencia, la presión, la necesidad, la moral, lo bueno, lo legal, lo que nos evita un problema con “él”, lo que nos obliga a hacer “ella”… y solo por último está lo que queremos nosotros.
-Lo que decía, no sabes lo que es no tener libertad… no sabes lo que de verdad tienes.
-¿Qué quieres decir?
-Nada. Solo que estás dormido, aletargado. Has olvidado todo lo que tu libertad te permite. Te falta empuje, cierta rebeldía, esa que se tiene cuando se te prohibe algo que quieres, ¡que te hace buscarlo con empeño  y aprovecharlo al máximo una vez lo tienes!
-¡Cállate! Qué sabrás tú de la vida de los que tenemos “libertad”.
-No tienes que conformarte, pero lo haces. Puedes enfrentarte a “él” y “ella” pero, sin embargo, te dejas dominar. Bueno o malo, “un buen ciudadano”, convivir con los demás… nadie dice que no se pierdan libertades, pero siempre es a costa de ganar otra. ¡Y no es tan difícil, hombre! Solo se trata de dedicar una mordaz y falsa sonrisa a quien te moleste o enfrentarte a él y seguir viviendo.
-Que fácil resulta desde tu posición. Tanta falsedad, tanto aguante, tanto enfrentamiento… acaba cansando.
-No lo veo tan difícil… puede que seas débil.
-Sí, puede ser. ¿Tú no tienes que irte ya?
-¡Sí, es verdad, son casi las doce!
-Dichosa hora sin sombra.
-Vaya, cualquiera diría que me odias…
-¿Quién no? ¡Vienes aquí, con tus preguntas! ¡Vienes y me incordias, pones en duda mi modo de vida, te hartas de decir lo inútil y débil que soy y, al final te marchas sin más! Sí, como ahora… ni siquiera me has avisado, ni una cordial despedida.

Y soy yo el que se queda aquí, con una bebida caliente que no me ha dado tiempo de tomar por tu culpa. Con mi cabeza débil, atacada, desestructurada y derrotada
.
Tú, que no tienes libertad, ya no tienes más que hacer, soy yo el que tiene que cargar con los problemas de tu maldita e indiscriminada curiosidad, ¿por qué tengo yo que sufrir por algo que no he hecho? Después dirás que soy libre y eres tú el que no sufre por nada, y solo a costa de no moverte a voluntad y no hacer todo lo que quieras…
Creo que, al final, estamos a la par. Cada uno con nuestra “libertad”. Los dos nos quejamos, somos dos críos caprichosos que queremos lo que no tenemos, sin apreciar lo que está a nuestro alcance. Bueno, hay humanidad en nosotros, está permitido ser algo inconformista, pero, en nuestro caso, poco podemos hacer para cambiar lo naturalmente establecido. Si bien, en esto quizás deba celebrar mi suerte, ya que mi “libertad” por lo menos me permite mejorar mi condición, tal y como tú decías. Al final te deberé una disculpa.

Nos veremos, entonces… cuando haya que hacerlo, por la misma hora, en la misma terraza del mismo bar y la misma bebida fría que acabará caliente. Al fin y al cabo, no puedo deshacerme de ti.



San Cristóbal de La Laguna

31 de Enero de 2012

  





*Estas son imágenes del anime (lamento no haber encontrado alguna mejor), realmente en la serie se trata de la representación de una segunda personalidad del personaje ya que el escenario es su alma. Aún así, la idea me apasionó y quería desarrollarla a mi manera. Aunque como ya os digo, era totalmente distinto lo que me imaginaba a lo que me salió, quería una sombra más madura y seria... ¡pero la inocencia da mucho juego!
Os recomiendo el anime, pero mucho más el manga, ya que, a mediados de la trama, el anime cambia totalmente y deja de hacer referencia a la historia original.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Frases. Recopilación II.

Aquí les presento la segunda y última recopilación de frases que he hecho, bastante más seria, a mi parecer, que la primera:
-La vida es como una montaña rusa; unas veces estás arriba y otras abajo.
-No me parece ni bien ni mal ni todo lo contrario.
-Motivo 3 18; despertar a un agente de policía.
-Para desconectar nos apetece conectarnos.
-Cállate un momento, porfa. ¿Lo oyes? Pues eso.
-Nunca es lo que pudo haber sido.
-A nadie le amarga un dulce.
-Son las seis y seis… cinco y cinco en Canarias.
-Nadie sabe lo que tiene… hasta que ordena su habitación.
-Yo, en el colegio, no era “El Orejón”, era “El niño entre paréntesis”.
-La vida no se mide en minutos, se mide en momentos.
-No confío en los productos locales. Cuando viajo llevo mi whiskey y mi mujer.
-No es lo mismo una pompa de primavera que prima ponte en pompa que voy de vera.
-Siempre he pensado que una carcajada es en realidad un fuerte ruido con el que el alma dice "¡Qué cierto es eso!". Quincy Jones.
-No es oro todo lo que reluce.
-La realidad es una alucinación causada por la falta de alcohol.
-Sólo tu colchón conoce el peso de tus sueños.
-¿Me pone cuarto y mitad de felicidad y me la envuelve para regalo?
-La muerte está tan segura de su victoria que te da toda una vida de ventaja.
-No hay una escuela que enseñe a vivir.
-El dinero puede comprar una casa, pero no un hogar.
-Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de oscuridad para brillar. Schopenhauer.
-Hay quien pasa por el bosque y sólo ve leña para la hoguera.
-La luna es un banco de metáforas arruinado.
-Me gustaría pertenecer a esa época del futuro en que la historia tendrá doscientos tomos, para ver cómo se la aprenderán los niños.
-El polvo está lleno de viejos y olvidados estornudos.
-Las estrellas son las velas del pastel de cumpleaños del universo.
-Hoy los maté. Ya estaba harto de que me llamaran asesino.
-El tiempo no es sino el espacio entre nuestros recuerdos.
-¡Si la juventud supiese…! ¡Si la vejez pudiese…!
-Cualquier guerra entre humanos es una guerra civil.
-Su amor por la patria no tiene fronteras.